Las competencias digitales en el centro de la inserción profesional de los jóvenes: ¿qué iniciativas son necesarias para reforzarlas?


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Una mirada al Rendez-vous de l'Expertise del 15 de noviembre de 2018

Las competencias digitales en el centro de la inserción profesional de los jóvenes: ¿qué iniciativas son necesarias para reforzarlas?

La digitalización de la economía ha puesto patas arriba el mundo laboral, y las profesiones actuales se ven afectadas por la tecnología digital: las herramientas de trabajo han evolucionado considerablemente, y con ellas las competencias que esperan los empresarios.

Es cierto que las generaciones Y (1980-2000) y Z (2000 en adelante) crecieron y nacieron con las nuevas tecnologías, pero en contra de lo que se esperaba, estos jóvenes trabajadores o en busca de empleo no destacan a la hora de utilizar las herramientas digitales en un contexto profesional. Incluso tienen poco desarrolladas las competencias de alfabetización digital, que abarcan una aptitud más amplia que el mero uso de las herramientas digitales, como desarrollar un espíritu crítico, gestionar la masa de información, dar rienda suelta a su creatividad y comunicarse con los demás con total seguridad.

El reto es, por tanto, de primer orden para la mayoría de los países: la adquisición de competencias digitales para facilitar el acceso a una cultura digital esencial para todos los ciudadanos. Se trata, por tanto, de un vector de inclusión social que ayuda a los jóvenes, y en particular a los desempleados, a adquirir las competencias digitales que esperan los empresarios. Se trata de identificar estas competencias digitales necesarias coordinando a los distintos agentes: empresas, organismos de formación y poderes públicos. Este es, por ejemplo, el objetivo del proyecto europeo Compass, una plataforma de aprendizaje digital.

Ante estos hechos, ¿qué iniciativas están ayudando a los jóvenes a adaptarse a los nuevos requisitos? ¿Cuál es la eficacia de estas herramientas? ¿Qué reconocimiento les otorgan los empresarios? ¿Qué forma adopta la colaboración entre las empresas y los organismos de formación para identificar y anticipar las competencias necesarias ahora y en el futuro?